
Lo que en verdad duele no es que me mintieras, ni que pensaras que realmente iba a creerme todo lo que tu decías. Lo que duele es llegar a pensar que tu palabra valdrá siempre lo mismo que ha valido hoy, es decir, nada.
Digan lo que digan, piensen lo que piensen, quieras o no quieras, hay sentimientos que no puedes evitar sentirlos. No escapes por miedo a poder sentir algo que nunca habías sentido, al contrario, quédate y conoce ese sentimiento, y si sale mal, te podrás ir con una nueva experiencia escrita en el libro de tu vida.
Aun recuerdo lo de: "mira las estrellas si no estoy".. y hoy las miro más que nunca.
Cuando no se tiene nada que perder es el momento de arriesgarlo todo.
"Nada sucede por casualidad, en el fondo las cosas tienen su plan secreto, aunque no lo entendamos".
Mi meta es tu felicidad.
No lo llames odio ajeno, llámalo amor propio.
Gracias por llenar mis días de sonrisas
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