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miércoles, 20 de abril de 2011

Te despiertas y piensas el por qué salir ahí fuera, si total, nadie te va a echar de menos, si va a ser otro día como los demás, otro día repleto de la misma mierda. Pero al fin, decides salir, no te queda otra...


Vas al instituto, y te distraes a la mínima, estás con tantas cosas en tu cabeza, que a la mínima saltas con malas contestaciones y malos comentarios, y los profesores notan que no estás bien, tus compañeros, los que casi no te conocen, se creen que te has vuelto "chunga" y tus amigos de verdad, los que te conocen de verdad, saben que estás fatal.  Aún así, intentas sonreír y parecer que estás bien, porque no quieres que nadie se preocupe.


Cuando llegas a casa, discutes con tu madre, tu hermano y te quejas por todo, tu madre te ve distante también, y te pide explicaciones, pero no quieres dárselas, y le sueltas algo como: "problemas ".


Cuando es de noche y te conectas, y ves que todo sigue igual de mal, que nada ha cambiado, es cuando decides irte a la cama, pensando en que mañana, no sea como hoy, que no sea un día con la misma "mierda"

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