Mete la pata, jódelo todo por un sueño, pero vive.

No. No es justo, haces trampa. 

Tú juegas con ventaja, y lo sabes. Sabes que por ti, lo dejo todo. Porque si estoy pensando en otro y apareces tú me olvido completamente. Dejo la mente en blanco. Solo se me aparece tu imagen, tu nombre y tu voz. Todo me huele a ti. No sé si lo haces a propósito o te sale sin querer, pero me cuesta creer que alguien sea tan adictivo y pueda hacer sufrir tanto por casualidad. No puedes ser tan perfecto. Es más, no lo eres. Sé que tienes defectos, los conozco, cada uno de ellos. Pero me dan igual. Por cada defecto te saco cinco virtudes, y como he dicho eso es trampa. Juegas conmigo como quieres. Me olvidas, me recuerdas lo que fuimos... me vuelves a olvidar, apareces. Y sé, que no solo lo haces conmigo. Será que tienes una apuesta contigo mismo, será que eres así, será que a veces dices la verdad... me da igual, ya no te creo. No quiero creerte, no puedo bajar la guardia, no quiero volver a enamorarme, y menos, de la misma persona.